Un nuevo equipo para esta temporada
Se acerca Septiembre y al igual que todos los años es el momento de empezar a estudiar un nuevo curso, pero no es lo único que comienza en ese mes. Como en la mayoría de los deportes, la Federación de Ajedrez adopta el noveno mes del año para dar inicio a su temporada. Normalmente eso no supondría para mí nada nuevo, hasta ahora me federaba el equipo y yo únicamente pagaba la cuota anual necesaria; pero este año no es así.
En principio no tenía pensado jugar la temporada, puede que me federase pero no para estar todos los sábados combatiendo sobre el tablero contra otra persona que pasaría a ser mi enemigo en el juego durante dos, tres o cuatro horas. Pero como en la mayor parte de las cosas, un hecho fortuito a la par que inesperado y en el momento justo me hizo empezar a cambiar de opinión.
Era un sábao de noche cuando estaba de fiesta con mis amigos en el Manhatam, un pequeño bar de la Ferrería en el que siempre ponen buena música y hay suficiente espacio para bailar. Hasta aquí todo resulta normal, pero fue en ese local donde coincidí con un viejo compañero de deporte, un ajedrecista que empezó más o menos cuando yo a ponerse al frente de las piezas en la batalla que cada partida simula. Él me habló de un equipo de Gijón, el Ateneo 1881, que estaba fichando jugadores para completar la plantilla y al que yo podría ir. "Puede que tenga razón", pensé yo, "igual si cambio de equipo recupero las ganas de jugar". Él me puso en contacto con el delegado del otro equipo y un jugador de los que llevan varios años allí y la verdad es que la oferta es interesante. El Ateneo es un gran equipo que compite en dos divisiones y, además, todos los jugadores son gente joven con los que yo me llevo muy bien. El cambio de equipo supondría tener que viajar todos los fines de semana, pero eso era algo que no me importaba mucho, toda la semana viajo en tren dos veces por día, por tener que ir también el sábado no me pasaría nada.
Pero el destino es complicado y junto a esta oferta llegó otra igual de interesante. En mi ciudad hay una asociación cultural tan importante como el Ateneo en Gijón, es el "Centro Asturiano". Allí hubo, hace bastantes años ya, un equipo de ajedrez que compitió en categorías superiores, pero este se disolvió, seguramente por falta de jugadores, y su labor se perdió. Pero la nueva directiva del Centro está buscando rejuvenecer la asociación y para ello piensan en recuperar deportes que, con el paso de los tiempos, se han ido perdiendo. Y uno de ellos es el ajedrez.
Me convocaron para una reunión y en ella me informaron de sus planes: intentar reunir jugadores suficientes para volver a competir y, paralelamente, poner en marcha una escuela de ajedrez para crear una cantera de jugadores a los que les guste ese deporte y que sean capaces de ascender de categorias. Ello podría también dar lugar a una colaboración con los colegios de la zona a la hora de convocar torneo de ajedrez a nivel local o provincial. Es decir, aprovechar la situación centrica del Centro Asturiano para volver a recuperar la práctica del ajedrez en la ciudad. El problema está en conseguir el número mínimo de jugadores.
Así pues, tengo tres opciones para esta temporada: continuar en el Rey un año más, fichar por el Ateneo y competir en tercera o colaborar en la creación del equipo del Centro Asturiano. Finalmente, tras mucho pensarlo, he optado por la tercera opción. Las razones de esta decisión se fundamentan en que mi nivel actual de juego no me permitirá lograr unos buenos resultados en tercera categoría, pero si este año lo empleo en recuperar mi juego, volver a estudiar algo de ajedrez y, de paso, colaborar con la creación de un nuevo equipo con nuevos jugadores, tal vez el año que viene podamos optar al ascenso y a competir con posibilidades en categorias más altas.
Por lo tanto, disponemos de veinte días para reunir a un número de jugadores suficientes para crear el equipo y volver a competir.
Un saludo
En principio no tenía pensado jugar la temporada, puede que me federase pero no para estar todos los sábados combatiendo sobre el tablero contra otra persona que pasaría a ser mi enemigo en el juego durante dos, tres o cuatro horas. Pero como en la mayor parte de las cosas, un hecho fortuito a la par que inesperado y en el momento justo me hizo empezar a cambiar de opinión.
Era un sábao de noche cuando estaba de fiesta con mis amigos en el Manhatam, un pequeño bar de la Ferrería en el que siempre ponen buena música y hay suficiente espacio para bailar. Hasta aquí todo resulta normal, pero fue en ese local donde coincidí con un viejo compañero de deporte, un ajedrecista que empezó más o menos cuando yo a ponerse al frente de las piezas en la batalla que cada partida simula. Él me habló de un equipo de Gijón, el Ateneo 1881, que estaba fichando jugadores para completar la plantilla y al que yo podría ir. "Puede que tenga razón", pensé yo, "igual si cambio de equipo recupero las ganas de jugar". Él me puso en contacto con el delegado del otro equipo y un jugador de los que llevan varios años allí y la verdad es que la oferta es interesante. El Ateneo es un gran equipo que compite en dos divisiones y, además, todos los jugadores son gente joven con los que yo me llevo muy bien. El cambio de equipo supondría tener que viajar todos los fines de semana, pero eso era algo que no me importaba mucho, toda la semana viajo en tren dos veces por día, por tener que ir también el sábado no me pasaría nada.
Pero el destino es complicado y junto a esta oferta llegó otra igual de interesante. En mi ciudad hay una asociación cultural tan importante como el Ateneo en Gijón, es el "Centro Asturiano". Allí hubo, hace bastantes años ya, un equipo de ajedrez que compitió en categorías superiores, pero este se disolvió, seguramente por falta de jugadores, y su labor se perdió. Pero la nueva directiva del Centro está buscando rejuvenecer la asociación y para ello piensan en recuperar deportes que, con el paso de los tiempos, se han ido perdiendo. Y uno de ellos es el ajedrez.
Me convocaron para una reunión y en ella me informaron de sus planes: intentar reunir jugadores suficientes para volver a competir y, paralelamente, poner en marcha una escuela de ajedrez para crear una cantera de jugadores a los que les guste ese deporte y que sean capaces de ascender de categorias. Ello podría también dar lugar a una colaboración con los colegios de la zona a la hora de convocar torneo de ajedrez a nivel local o provincial. Es decir, aprovechar la situación centrica del Centro Asturiano para volver a recuperar la práctica del ajedrez en la ciudad. El problema está en conseguir el número mínimo de jugadores.
Así pues, tengo tres opciones para esta temporada: continuar en el Rey un año más, fichar por el Ateneo y competir en tercera o colaborar en la creación del equipo del Centro Asturiano. Finalmente, tras mucho pensarlo, he optado por la tercera opción. Las razones de esta decisión se fundamentan en que mi nivel actual de juego no me permitirá lograr unos buenos resultados en tercera categoría, pero si este año lo empleo en recuperar mi juego, volver a estudiar algo de ajedrez y, de paso, colaborar con la creación de un nuevo equipo con nuevos jugadores, tal vez el año que viene podamos optar al ascenso y a competir con posibilidades en categorias más altas.
Por lo tanto, disponemos de veinte días para reunir a un número de jugadores suficientes para crear el equipo y volver a competir.
Un saludo
1 comentario
Felix -
saludos