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La posada del sabio

Un mes en Madrid, un mes perfecto

Ya estoy de nuevo en Asturias tras todo un mes sólo por Madrid, bueno, sólo no, porque he estado con un grupo de gente que han logrado hacer de él una de mis mejores vacaciones.

Lo primero decir que yo iba allí ha participar en un curso sobre: "El libro antiguo: análisis, identificación y descripción". Uno de los cursos de verano organizados por la Universidad Complutense y por el que me han entregado un diploma que me acredita como que lo he superado con éxito. El curso en si tuvo momentos interesantes y otros que lo fueron menos, a mi me gustaron mucho las clases que trataban la Historia del libro y de la imprenta, mientras que las de Codicología o más relacionadas con el tratamiento del libro en la biblioteca me atraían menos; pero aún así era un curso muy completo que me aporta una visión más completa del mundo del libro anterior a 1800 y que, espero, me permita tener una nueva visión de la Historia a la hora de estudiarla.

En cuanto a otros aspectos de este mes, he de resaltar en gran medida a todas las personas que lo pasaron conmigo. En especial a las cinco personas que viajabamos a todos los lugares que la economía nos permitía:

- Claudia, venida desde Londres a pesar de ser colombiana, su alegría era un referente en todo momento. Siempre que estudie inglés o baile salsa me acordaré de ella, pues aspiro a poder algún día poder mantener una conversación en inglés con ella y que me entienda además de aprender a bailar salsa mejor aún de lo que ella me enseñó.

- Raul, gracias a él he conocido mucho sobre Chile y siempre quedará en mi recuerdo como una gran persona. De él puedo resaltar sobre manera su gran generosidad y los buenos momento que junto a él hemos pasado.

- Carmen era la única que tenía clase de tarde como yo, así que muchas veces tuvo que aguantarme por las mañanas hablando sobre historia al visitar palacios o museos. Desde aquí le envio ánimo para que siga con su trabajo en Ecuador haciendo realidad las Leyes de Igualdad entre mujeres y hombres, pues estoy seguro de que con ello está haciendo de su país un lugar mucho mejor.

- Sael, él es uno de los muchos mexicanos que he conocido este mes, pero sin duda del que más me acordaré. Con él podíamos ir cualquier día de fiesta y aún volviendo al colegio a las 6 de la mañana lo veías en el desayuno como si hubiese dormido toda la noche. Una gran persona de la que tengo mucho recuerdos buenos y del que me acordaré siempre que baile salsa, pues en todo momento lo haré intentando bailar tan bien como él.

- Cristina, la "ilustre sevillana", una mujer que estaba en todo momento alegre y a la que yo siempre recordaré con una sonrisa. La primera persona que conocí en el colegio mayor y cuyas ideas y sorpresas podían volver un momento aburrido en el más divertido posible.

Ellos cinco han sido con los que más tiempo he pasado, pero en mis recuerdos estarán siempre las cerca de cincuenta personas que en treinta días he conocido y las, aún muchas más, que me han presentado.

La amistad con todos ellos me ha servido para poder ver el continente americano más allá de la visión simple y, en referencia a Latinoamérica, generalmente mala que los medios informativos nos aportan. Espero que algún año pueda viajar por todos los lugares de que me han hablado, desde Sinaloa y Veracruz hasta Santiago de Chile o Bogotá, y volver a ver a toda la gente que conmigo ha estado. Gracias a todos ellos con el corazón, pues son personas verdaderamente extraordinarias.

También he de referirme a los viajes que desde el Colegio Guadalupe hicimos al resto de España: en Toledo estuvimos sólo un día pero nos sirvió para conocer lo más importante de la ciudad; a Segovia fui yo sólo pues el resto estaban en Granada ese fin de semana, pero aún así me gustó mucho la ciudad, en la cual ya había estado en invierno y deseaba conocer en verano; y por último Sevilla, donde Cristina nos permitió dormir en su casa y nos guió por la ciudad desde la catedral y el alcazar hasta el barrio de Triana en fiestas. Todos estos viajes han sido un aliciente más para un mes muy "chévere", como dicen por Colombia y Ecuador.

Poco más puedo decir, pero no porque no haya de que hablar, sino porque me resulta imposible resumir tantas cosas que nos ha pasado en unas lineas. Un abrazo para todas las personas aquí mencionadas y para aquellas que no lo están pero que pueden dar por cierto que siempre tendrán un sitio en mis recuerdos.

Un saludo desde Asturias para el mundo. Sonriente

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