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La posada del sabio

El campus fantasma

Ese sería un buen título para una novela ambientada en el campus de Historia, y probablemente en el resto también, durante el pasado jueves (escribo esto con un poco de retraso, lo se, jaja). ¿La razón de que no hubiese casi nadie? la nieve.

Salgo de casa por la mañana y me encuentro con un día normal: oscuridad, suelo mojado por la lluvia de la noche, comienza a granizar, cuatro o cinco grados de temperatura,... lo común para un invierno. En el tren no hay ninguna señal que presagie lo que en Oviedo me esperaba. Me pongo a leer unas hojas sobre la vida de unos romanos, los hermanos Gracos para ser más exactos, y no presto más atención al exterior hasta unas seis estaciones después. En ese momento me doy cuenta de que los presagios de mis compañeros de clase se han cumplido, hay nieve (y yo que decia que no pasaría del Naranco... como se nota que soy habitante de la costa Riendo) Comienzo a pensar que seremos pocos en clase, pero no pensaba que acertara tan plenamente.

Oviedo era un completo caos. Si normalmente hay atasco en la calle principal, hoy llegaba desde la entrada de la autopista hasta el otro lado de la ciudad: coches patinando, ambulancias a las que solo falta empujar para encontrar un hueco en el atasco, barrenderos con palas quitando nieve de debajo de un camión para ver si no patina,... en resumen, un caos total.

A primera hora, Prehistoria. Los alumnos del A suelen ser 15, hoy son 4. En mi clase la media ronda el número 6, estoy yo solo. El profesor dice que no dará clase aunque en ese momento ya eramos dos personas. Pues hora y media de biblioteca que vendrá muy bien para mi trabajo de  Latín. En una de las pausas salgo porque me llaman por teléfono y veo, a través de la cristalera, dos o tres calles más allá a un compañero de clase (si es que tengo una vista de lince Burla)

A segunda medieval. Ya somos tres y la profesora da la clase. Según me cuentan los autobuses urbanos no circulan por la nieve (y por el atasco, seguro). Acabamos el tema en el que estabamos y empieza el siguiente, pero al ser tres y no haber leido un texto que hace falta nos da un cuestionario, que tenía pensado que hiciesemos en clase, y nos deja marchar.

De tarde unas horitas en la biblioteca (nadie de clase esta de tarde en el campus asi que se comprende, hay que pasar el tiempo Sonriente) Es una tarde similar a las que llevo teniendo todo el curso, ya no nieva como por la mañana aunque hace el mismo frio. Después clase de Latín para tres, la última del cuatrimestre creo, y para casa.

Para volver cojo el autobus, según me contarían más tarde por la mañana hubo gente que llego a estar cuatro horas en la autopista para un viaje que normalmente dura media y otros autobuses ni siquiera salieron de la estación por miedo a las placas de hielo. Así termina una jornada de universidad atípica totalmente. Si normalmente somos pocos, hoy menos aún.

Y yo me pregunto... si por un centímetro de nieve se crea ese caos, ¿que pasaría con diez centímetros?, jaja.

Un saludo 

 

1 comentario

Felix -

Sip, incluso hubo gente que alegremente se deicaba a tirar de freno mano aprovechabdo la nieve. Y vaya colapso de ciudad, tarde mas de media hora en ir de historia a la gesta, pa llegar tarde como siempre

Bueno, el naranco aun esta nevadito jejeje